Parece contradictorio, pero es exactamente como empezamos en Donna. Con más preguntas que respuestas, con miedo a equivocarnos y con esa vocecita interna que decía “¿y si no sale?”. Pero también con algo más fuerte: el sueño de tener algo propio. Imaginábamos ese final feliz donde todo valía la pena. Y eso nos dio fuerzas. Porque cuando arrancás sabiendo a dónde querés llegar, todo lo que viene después, aunque cueste, tiene sentido.
No estás sola, solo. Y eso cambia todo. A veces, emprender parece una batalla individual, pero en realidad somos muchos caminando juntos. Cada vez que elegís vender nuestros productos, no solo te llevás calidad: te llevás una red que te acompaña, que te escucha y que quiere verte crecer. Porque tu éxito es también parte del nuestro, y estamos acá para ayudarte a lograrlo.
Elegiste empezar, y eso ya te hace diferente. Tuviste el coraje de decirle que sí a un camino que no todos se animan a tomar. Emprender no es fácil, pero es valiente. Y si comenzás por el final, con ese sueño en la cabeza y el corazón puesto en lo que hacés, te aseguramos que vas a ir más lejos de lo que imaginás.
Tu equipo de DONNA ❤.
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